ACISE SOLIDARIO

Estimados/as colegas

Como resultado de los acuerdos de la última asamblea de ACISE, hemos puesto en marcha el PROYECTO DE COOPERACIÓN “PROPUESTA DE ESTUDIO SOCIECONOMICO DE LA MANCOMUNIDAD MBARACAYU”, que estará a cargo de nuestro amigo y socio Miguel Angel Cortés Barrantes. Miguel Angel está trabajando como cooperante en esa zona de Paraguay.

Hemos confeccionado un blog para hacer un seguimiento del proyecto, con la siguiente dirección web:

http://acisesolidario.blogspot.com/

Lo importante es recabar apoyos económico para la ejecución del mismo. En tal sentido te adjunto la cuenta de ACISE, para que hagas la aportación que consideres oportuna. ACISE, va a destinar, en principio, según acordo la Junta Directiva, a este proyecto 500 €. El total del mismo es de 3.000€.

Sabemos que para todo son tiempos difíciles, pero hay personas y comunidades que lo pasan bastante pero que nosotros. Tenemos la oportunidad de hacer visible su situación y cooperar para contribuir a un cambio real en sus entornos. No dejemos pasar esta oportunidad.

Asociación de Ciencias Sociales de Extremadura (ACISE) CAJA MADRID: 2038 4621 5660 0001 3259

Marcelo Sánchez-Oro Sánchez
Presidente de la Asociación de Ciencias Sociales de Extremadura (ACISE)
Prof. de sociología de la Universidad de Extremadura
Facultad de Empresariales y Turismo (Cáceres)
https://sociologiaext.wordpress.com/

PROYECTO COOPERACION ACISE_MBARACAYÚ.pdf PROYECTO COOPERACION ACISE_MBARACAYÚ.pdf
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Vente a Alemania, ingeniero Pepe

Vente a Alemania, ingeniero Pepe

El anuncio de Angela Merkel de contratar jóvenes cualificados ha destapado viejos recuerdos de las corrientes migratorias – ¿Puede permitirse una España que tiene que salir de la crisis perder a la población mejor formada?

DOS GENERACIONES CON UN MISMO DESTINO

Jesús Laurido (sentado) emigró a Alemania en 1961. Tenía 18 años y acababa de perder su trabajo como contable en España. A su lado, de pie, Diego Ruiz del Árbol (30 años), se instaló en Berlín en 2007.

FUENTE: TOMADO DE «EL PAIS» 30/01/2011 http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Vente/Alemania/ingeniero/Pepe/elpepisoc/20110130elpepisoc_1/Tes

30/01/2011

Madrid, mayo de 1961. Jesús Laurido, 18 años, acaba de terminar su formación de contable y de perder su primer trabajo. Tiene un contacto con un empleado en la oficina de inmigración que le cuenta que en el exterior hay posibilidades. Es joven y tiene ganas de aventura, da igual a donde le manden.

En Kassel, Alemania, la empresa AEG de energía eléctrica necesita trabajadores invitados. Laurido se va solo, en tren de Madrid a Hendaya, de Hendaya a Colonia, y de Colonia en autobús llega a Kassel. Lo asignan a una residencia donde hay otros 530 españoles. Más tarde vivirá en Berlín tanto la construcción como la caída del muro.

El 19% de los licenciados entre 19 y 25 años está en el paro

110.000 personas han emigrado en 12 meses para buscar trabajo

Madrid, Junio de 2007. Diego Ruiz del Árbol, 27 años, un título de ingeniero informático, desarrolla software para el control del tráfico aéreo para la empresa Indra, pero no está satisfecho con las condiciones y el ambiente de trabajo. Una beca Erasmus en Praga le ha abierto las miras acerca de la vida en el exterior. Quiere volver a hacerlo. Encuentra trabajo en Berlín, como desarrollador de software para juegos. Un mejor sueldo y la perspectiva de otra vida lo empujan hacia una experiencia en Alemania. «Quizás solo por dos o tres años», se dice a sí mismo.

Medio siglo después, los españoles vuelven a emigrar a Alemania, aunque sus historias son radicalmente distintas. La realidad de España ha dado un vuelco desde aquellos años de hambre que empujaron a más de dos millones de personas a buscarse la vida en Europa sin más aval que las ganas de trabajar y sus manos.

Los nuevos emigrantes españoles han estudiado. Y mucho. Saben idiomas, han viajado, han vivido la experiencia de una beca Erasmus. Pero en España tienen dificultades para encontrar un empleo acorde a su formación.

El 19% de los licenciados de entre 25 y 29 años está en el paro. Un 44% desempeña un trabajo por debajo de su cualificación (según la OCDE). Y sus sueldos están a la cola de Europa. Emigran para buscar un empleo que cumpla sus expectativas, para mejorar su situación laboral y sus perspectivas. Y la locomotora de Europa -Alemania- sigue siendo uno de sus destinos preferidos.

La crisis ha alejado de España a 110.000 personas entre abril de 2008 y abril de 2010, según un estudio de Adecco, lo que supone un aumento de un 9,2% en el número de españoles que residen en el extranjero (1.333.693 personas). El perfil del demandante de empleo en el extranjero es un hombre de entre 25 y 35 años, altamente cualificado: ingeniero, arquitecto, informático.

A ellos se dirige precisamente ahora la canciller alemana Angela Merkel. Según adelantaba el semanario Der Spiegel, Merkel tiene intención de contratar a jóvenes cualificados del sur y este de Europa para dar respuesta a las necesidades del mercado alemán. Es uno de los puntos que la canciller pretende tratar con Rodríguez Zapatero durante la próxima cumbre hispano-germana, que se celebra en Madrid el jueves que viene.

A priori, la propuesta suena beneficiosa para ambos países. Mientras que España ostenta el triste récord de desempleo en Europa, Alemania prevé reducir este año el paro del 7,7% al 7% y crecer un 2,3%. Para ello, necesita entre 500.000 y 800.000 trabajadores cualificados.

Klaus Zimmerman, presidente del Instituto Alemán de Economía (DIW) lanzó la alarma en octubre. El progresivo envejecimiento de la población alemana no podrá dar respuesta al crecimiento económico del país. «A partir de 2015 perderemos cada año 250.000 trabajadores», dice. «Necesitamos urgentemente trabajadores inmigrantes, como mínimo 500.000 al año para asegurar nuestra economía».

De momento, se desconocen los detalles de la posible propuesta de Merkel. ¿Será necesario dominar el alemán para acceder a estos puestos? Los contratos, ¿serán temporales o indefinidos? Y el proceso de selección, ¿se hará en Alemania o desde España?

Tampoco ha trascendido las profesiones a las que se dirige, pero teniendo en cuenta el peso de la industria en el mercado alemán, es posible que las ingenierías sean las carreras más solicitadas. En diciembre de 2010 faltaban en Alemania 48.800 puestos de ingeniero por cubrir, según estimaciones de la Asociación de Ingenieros Alemanes. «Unos 53.000 ingenieros se licencian al año en Alemania y se jubilan otros 50.000», explica Tanja Schuman, portavoz de la asociación. «En teoría esto supone un equilibrio, pero no lo es porque no todos los que se licencian se quedan en Alemania y se ponen a trabajar».

Los jóvenes ingenieros españoles están entre quienes menos sufren el paro. Diversas estimaciones hablan de una tasa de desempleo del 10% (frente a un 3% o un 5% hace tres años). Pero la posibilidad de tener un buen empleo no es el único atractivo de trabajar en Alemania. También lo es el sueldo de salida de un joven ingeniero. Mientras que en España lo normal es estrenarse con 25.000 o 30.000 euros al año, según el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales, en Alemania llegan a los 40.000 o 45.000 euros, según la Asociación de Ingenieros Alemanes.

Pero, ¿qué efectos puede tener una fuga de cerebros de este tipo para una España que necesita ser más competitiva para salir de la crisis? Santos Ruesga, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma, cree que pocos: «Si la propuesta finalmente se materializa no creo que se note mucho cuantitativamente, y por desgracia tampoco va a aliviar nuestras enormes tasas de paro, cuyo mayor problema es la mano de obra menos cualificada. Eso sí, visto a pequeña escala, para los jóvenes licenciados que acaban de terminar una carrera sí supone un beneficio importante».

José García-Montalvo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra, lo analiza desde un punto de vista pragmático: «España es un caso especial, porque produce mucho capital humano pero lo usa de forma ineficiente.

La sobrecualificación de los jóvenes españoles duplica la media europea, y si no encuentran trabajo es mucho mejor irse a Alemania o a Reino Unido a trabajar de lo suyo que la frustración de quedarse y ver que van pasando los meses y nada. Además, la gente que se pasa mucho tiempo trabajando en un empleo por debajo de cualificación lo acaba aceptado como algo natural. Es un mecanismo psicológico muy sencillo y pernicioso por el que vas adaptando tus expectativas a la baja. Saliendo fuera y probando otras cosas se puede evitar».

Carlos Conde, Vicerrector de Ordenación Académica y Planificación Estratégica de la Universidad Politécnica de Madrid, espera que la fuga dure poco y que los ingenieros que se sumen a ella, vuelvan, pues «en el medio plazo, España volverá a necesitarlos. Estamos atravesando una mala coyuntura, pero cuando se remonte, el país va a necesitar a los jóvenes cualificados».

En regresar no es precisamente en lo que está pensando Diego Ruiz del Árbol. Tiene una casa nueva y está esperando a su primer hijo. «Mi decisión de venirme a Alemania no fue laboral, fue más bien una decisión vital», relata. «Luego encontré aquí mejores condiciones de trabajo. Gano unos 3.700 euros brutos (2.000 netos) al mes en una empresa alemana que buscaba una persona que hablara castellano para su mercado en España», dice este ingeniero que en su tiempo libre es redactor de berlunes.com, una plataforma de blogueros españoles. «Me siento un poco como si me hubiera tocado la lotería, porque en Berlín también hay paro y los sueldos son más bajos que en el resto de Alemania».

Desde la experiencia de los años, Laurido aconseja prudencia: «Veo a muchos jóvenes que llegan sin tener idea, sin conocer la ciudad, ni el idioma. ¡Ojo, que aquí también hay paro!». El septagenario disfruta ahora de su jubilación y asiste a otros españoles mayores que lo necesitan dentro de la organización Solidaridad sin Fronteras. «Cuando yo llegué a Berlín se estaba construyendo el muro, las fábricas del oeste necesitaban trabajadores», continúa. «Había trabajo en cada esquina. Ahora la situación es distinta: los que llegan están más preparados, los tipos de trabajos que se ofrecen son más cualificados, pero no está todo tan fácil como entonces».

Una buena oportunidad, pero que regresen

– El Consejo General de Ingenieros Industriales calcula que el sector tiene un paro «rotacional» del 5%. «Es una alegría que Merkel quiera ingenieros e ingenieros industriales españoles. Las escuelas de ingeniería españolas han educado maravillosamente a los estudiantes», dice el presidente del Consejo, Javier Cobo. Eso sí, «sería una pena que en este país haya expertos en mejorar la productividad y la competitividad y se tengan que marchar».

– Tecniberia (Asociación Española de Empresas de Ingeniería, Consultoría y Servicios Tecnológicos). José Luis González Vallvé, presidente de esta asociación que une a 300 empresas, señala que hasta ahora el sector tenía poco paro, sobre el 5%, pero que desde mediados del año pasado ha crecido hasta el 10%. Las «4.000 o 5.000» ofertas para ingenieros que antes se registraban en los portales de empleo se han reducido a unas 1.500, «y más del 90% son para el exterior». Valora «positivamente» la propuesta de Merkel, siempre que no se convierta en una «fuga de cerebros» de profesionales que no regresen.

– Desde el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos consideran que si Alemania piensa contratar ingenieros españoles es porque este sector tiene «buena imagen». Edelmiro Rúa, presidente del organismo, apunta que «para los españoles tiene ventajas esta oferta porque ahora comienza a haber problemas para encontrar trabajo. Además, pueden perfeccionar un idioma y trabajar con tecnología punta como la que tienen los alemanes». No todo es positivo: «Si los profesionales se van fuera, pierde la ingeniería española».

– Manuel Acero, presidente del Instituto de la Ingeniería, comparte la idea de que si los ingenieros acaban marchándose de España se pierde su valor añadido de «necesario para que seamos competitivos». «Desde el punto de vista pragmático», añade, «está bien porque hay gente parada, dado que el país no tiene ya tanto volumen de negocio y ha habido una bajada de proyectos, pero es nefasto para el país porque se descapitaliza tecnológicamente».

– Jacinto Corrales, presidente del Colegio de Ingenieros Superiores Informáticos, también comparte esta doble visión: «Por un lado, más vale un trabajo acorde a tu perfil que nada. España está además peor pagada que otros países. Pero es que prescindamos de estos talentos con el coste que supone formar a estos profesionales para el país», explica.

– Eugenio Fontán, decano-presidente del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones, apunta que desde hace 10 años una corriente de ingenieros se están yendo al extranjero, a países como Alemania, Reino Unido, Francia o Estados Unidos, emigración que está aumentando en los últimos años por «las condiciones laborales mediocres».

– El Colegio de Ingenieros Aeronáuticos de España apunta que este colectivo ha tenido hasta hace poco casi pleno empleo, si bien con la crisis hay cierto empeoramiento. «Valoramos la iniciativa positivamente, aunque sería deseable que nuestros profesionales no tuvieran que buscar trabajo en otros lugares», apunta su decano.

– Xoan Xosé Fernández, delegado de alumnos de Ingeniería Aeronáutica, opina que en Alemania habrá proyectos interesantes, pues la inversión es mayor que en España. «Si ellos tienen plazas que no están cubiertas y aquí hay gente formada y en paro, ¿por qué no brindarles la oportunidad?».

Entrevista publicada por el periódico HOY a nuestro compañero Jesús Moreno, sociólogo

«Hay miedo a meterse en política, se piensa que te van a tachar o que vas buscando dinero»

«Seguimos pidiendo la creación de un instituto regional de estudios sociales»

Publicado en HOY el 15.01.11 - 00:17 | JUAN DOMINGO FERNÁNDEZ | REGIONAL

Junto al hombre de la calle

Le gustan los informativos de la tele, las películas del oeste y la novela histórica. Ha sido durante años directivo de la Asociación de Ciencias Sociales de Extremadura. Por las mañanas reza, lee el Evangelio y prepara sus clases. El resto del tiempo, para Cáritas y su parroquia.
-Cuando estuvo interno en el Seminario ¿qué es lo que peor llevaba?
-Estuve diez años. Y a mí me costaba mucho lo de estar encerrado. Y el seminario era un internado. Bien es verdad que entonces salíamos mucho al campo, teníamos un gran campo de fútbol que era la envidia de todos los centros y en cuanto había un rato de recreo, a jugar a aquellos jardines. Echábamos muchas horas detrás de la pelota.
-¿Qué programas de televisión recuerda de niño?
-En la tele he tenido dos grandes aficiones: el fútbol y las películas del oeste.
-O sea, que se acordará de la serie ‘Bonanza’.
-Exactamente, ‘Bonanza’ y la película que ponían los sábados por la tarde, porque no podíamos ver la televisión tanto como ahora, teníamos un horario para la televisión. Los sábados por la tarde podíamos verla. Así que el fútbol y el cine.
-¿Le hubiera gustado hacer una carrera técnica?
-Bueno, en los estudios he tenido dos partes: los estudios eclesiásticos, los del seminario, y luego Sociología. Los estudios eclesiásticos los acabé pronto, con 21 años, y entonces estaba de obispo don Jesús Domínguez y su idea era que quienes acabábamos pronto y teníamos que esperar unos años para ordenarnos de sacerdote, hiciéramos otra carrera.
-¿No se podía ordenar nada más terminar los estudios?
-Hasta los 24 años no te podías ordenar. Había dos o tres años que normalmente se utilizaban para ampliar estudios. Y yo tenía idea de especializarme en la Biblia, porque siempre me ha interesado mucho el conocimiento de la Biblia. Pero don Jesús tenía la idea de que los más jóvenes hiciéramos alguna carrera civil. Y nos habló de Psicología, Sociología, Periodismo… Recuerdo que él quería que yo estudiara Periodismo y que le dije: «Don Jesús, yo es que escribo muy mal, a mí me cuesta mucho redactar». Y entonces dijo: «Pues mira a ver si Sociología». Y en un verano que estuve trabajando de camarero en Madrid, entonces los estudiantes aprovechábamos para sacar unos dineros, me llevé un libro de sociología y me enteré de qué era eso y al volver en septiembre ya había decidido que era lo que estudiaría. Cursé los estudios en la Pontificia, en León XIII, en Madrid.
-¿Y en los veranos cuando iba a Perales del Puerto ayudaba algo en las tareas de la familia?
-Sí, mi padre era albañil. Ya está jubilado. Y mi hermano el mayor y yo siempre que podíamos le ayudábamos en la obra. La cosa de la
albañilería un poquito sí se me da. El trabajo fino no, pero lo que hacía el peón desde luego. Y en el invierno en la Sierra de Gata ya sabes que está la aceituna y recuerdo que desde niño, desde antes incluso de tener uso de razón, recuerdo haber ido con los mayores a coger la aceituna. Y a otros oficios del campo.
-Pero no iría a los bailes, a las discotecas…
-Bueno, cuando yo era seminarista, en los últimos años, no te decían que no fueras. Había ya un clima de libertad y en tu tiempo libre, en el pueblo, tú hacías lo que querías. Además es que no se me ha dado a mí muy bien bailar. De hecho, si iba con los amigos, me quedaba a lo mejor en la barra tomando una cerveza y ellos bailaban, pero nunca he tenido inconvenientes por hacer vida con los amigos y las amigas.
-¿A qué edad salió por primera vez al extranjero?
-Yo no he salido mucho al extranjero, dicho sea de paso. Era muy pequeño cuando fui a Francia porque mi padre estuvo viviendo en Irún. Mi pueblo e Irún debían de hermanarse porque hay tantos peraliegos en Irún como en Perales. Mucha familia mía está en Irún. Entonces mi padre intentó también irse a trabajar a la construcción a Irún y pasaba a Francia a trabajar. Pero a mi madre y a mí no nos sentaba bien el clima porque éramos asmáticos y la humedad del Cantábrico nos venía a matar… y estuvimos nada más que dos o tres meses. Tendría yo cuatro años y medio y casi no me acuerdo. Tenía ya 19 años cuando fui a Alemania en un intercambio, en el mes de julio de 1978, con un grupo de jóvenes de aquí, chicos y chicas. Los alemanes habían estado aquí el verano anterior. Para mí era un mundo diferente. Todavía estaban las dos Alemanias…
-Hace 15 años pedía que se creara un instituto regional de estudios sociales.
-Y lo seguimos pidiendo.
-¿Cree que esa parcela no está bien atendida?
-No está bien atendida. Nosotros tenemos una asociación de Ciencias Sociales, ACISE, y pensamos que no está bien atendida. Creemos que en Extremadura, y yo participo de esa idea, se generan acciones políticas pero a veces no están bien fundamentadas en estudios sociales. Es una apreciación general. Se hacen estadísticas, hay publicaciones estadísticas, pero muchas veces es un refrito de números, lo mismo del INE, o de la EPA, y se sacan desglosados de Extremadura, pero no aportan gran cosa al conocimiento de los problemas. Nosotros pensamos que para aportar soluciones hay que conocer… hay que hacer un buen diagnóstico y eso en Extremadura creo que no está bien cuidado.
-¿Cree que vamos hacia una religiosidad ‘light’ o sencillamente el laicismo gana posiciones en la sociedad?
-Creo que son las dos cosas. Mucha gente que ordinariamente se declara ‘católico-no practicante’ en muchos aspectos de su vida vive como si Dios no existiera, con lo cual entraría dentro de ese conjunto que llamamos laicismo o de estar apartado de Dios, no tener a Dios en cuenta. Pero después en ciertos momentos de su vida dicen: yo soy católico a la hora de hacer la comunión, de bautizar al niño, de hacer el entierro… y a eso es a lo que llamamos una práctica religiosa sin un compromiso, sin una acción personal. Eso es la religiosidad ‘light’, tomando la comparación con las bebidas ‘light’, que no hagan mucho daño, que no me comprometa, que no me exija, pero que me refresque. En este momento necesito de Dios y echo mano de él. Y no tanto de Dios, sino del ritual que acompaña a eso. Así que yo creo que las dos cosas; va ganando el laicismo pero va ganando también la religiosidad ‘light’, porque en mucha gente van juntas.
-¿La fe ahora es más privada que hace años?
-Hay un sociólogo de la religión, Thomas Luckmann, que hablaba de eso en su obra ‘La religión invisible’, de 1967 y editada en España en 1973. Es una característica histórica que ya se da aquí, la privatización de la religión. La religión es una práctica individual, son creencias individuales e incluso, por fuera, la opinión pública y a veces la Administración procura que sea una afición individual pero que no tenga expresión pública.
Creo que estamos en ese momento.
-Eso choca con la tradición, porque antes era todo lo contrario, se blasonaba de la fe religiosa ¿no?
-En el fondo es una especie de esquizofrenia práctica. Tú eres una persona individual, que tiene una familia, un trabajo, unas relaciones políticas, sociales, entonces, si decimos que la fe abarca toda la persona, no puede quedar una dimensión fuera de eso, salvo que manipulemos la religión para hacerla a mi manera, a mi capricho; entonces en esta circunstancia privada soy creyente y en la circunstancia pública no lo soy. Eso sería una barbaridad y en concreto, lo que son las religiones bíblicas, no solo el cristianismo, sino también el judaísmo, se dan de bruces con ese tipo de religiosidad. Cada uno debe vivir lo que cree y vivirlo intensamente en todas sus facetas. No puedes decir, ahora para contentar entre comillas a Dios le doy una limosna a este que me encuentro en la calle pero después le doy un salario penoso a mi empleado. Eso es una contradicción. Allí soy bueno y en la esfera pública, en la esfera de la empresa, soy injusto. Eso es una contradicción. Y somos así los seres humanos muchas veces.
-Ha sido cura en Aldea Moret.
-Sí, estuve siete años.
-¿Y qué ha aprendido de esa feligresía?
-Pues que hay una gente estupenda. He aprendido que respecto a los colectivos, a los barrios, una cosa es la imagen que se tiene de ellos y otra la realidad. Siempre cuando se generaliza se está mintiendo. Cuando se dice «el minero, el gitano», esos no existen, existen las personas concretas. Hay mucha más bondad y mucho más compromiso en la gente de lo que se cree. Y una conclusión que he sacado siempre es que Aldea Moret es producto de la vida de Cáceres. A Cáceres le viene bien que haya ahí un sitio en donde arrinconemos a los que nos estorban, a los que estaban al lado de la carretera afeando la entrada de los turistas y había que colocarlos en un sitio donde no se vean. Pero hay mucha bondad en esa gente. Hicimos un estudio sociológico de Aldea Moret y una de las cosas que vimos es que muchas veces las políticas que se han llevado a cabo ha sido sin contar con ellos y entonces están llamadas al fracaso. Porque nosotros trasplantamos nuestra idea de bienestar, esa que circula en la mayoría, a todo el mundo. Yo viví en julio de 1996 esa situación, que los diarios sacaban en primera página: «Se acabó el chabolismo en Cáceres. Se han dado las 721 viviendas en Aldea Moret». Eso lo leí estando en el campamento con los niños y cuando vine en agosto empiezo a tomar otra vez el pulso al barrio y veo que los primeros que estaban molestos eran los gitanos que habían recibido las viviendas. Y se quejaban: «Con lo bien que estábamos nosotros en El Carrucho, que teníamos allí para apartar la fruta, para guardar el burro, para tener el gallinero… Podíamos hacer lumbre y sentarnos las cuatro o cinco familias, y aquí no, mire usted dónde nos han metido». Eso lo escuché yo. Y pensaba ¡ con el dinero que se ha gastado aquí! El problema de no analizar la realidad antes… Si nosotros tuviéramos en cuenta la gente a la que dirigimos nuestra acción política y contáramos no solo con el número sino con su mentalidad, sus costumbres y con el modo de vida económico, a lo mejor hacíamos la vivienda de otra manera. Eso lo viví yo allí. Ha habido un gasto enorme, pero no ha estado bien orientado.

Nuestro colega en otro momento de la entrevista

-Hace cuatro años publicó una tribuna de opinión en la que reclamaba el compromiso de los cristianos con la política, a pesar del desprestigio que sufre…

-Pues tiene actualidad ese artículo. Estoy pensando en hacer otro [risas], pero es que casi escribiría lo mismo. Creo que hemos avanzado poco. A los cristianos nos está pasando lo que a todo el mundo, hay un repliegue y no queremos mancharnos las manos donde huela mal. Hay miedo a meterse en política en general. La gente más comprometida o tiene una vocación muy grande o piensa, yo ahí no me meto porque me van a tachar o piensan que voy buscando dinero. Y los cristianos también tenemos miedo de meternos en política.
-Cuando desde Cáritas atiende a la gente que no tiene nada ¿se siente más escéptico respecto a cómo funciona la sociedad?
-Un poco sí. Uno tiene la sensación de que a veces no se organiza bien lo que son las prestaciones sociales, tenemos un sistema de protección social que a veces no se organiza bien, que se gastan muchos recursos pero que no se aprovechan bien. Hay mucha burocratización en todo, falta un contacto directo con las personas. Lo que aquí llamamos el seguimiento, el tutelar a las personas.
-Ahora ya no se dice eso de «vive como un cura».
-[Risas]. No, yo creo que eso ha cambiado bastante. Claro, es que antes en el pueblo el cura, el médico y el boticario era la trilogía básica, los que mejor vivían, aunque a lo mejor no era tanto, pero tenían la fama; como no eran trabajadores manuales ¿no?
-¿Qué coche tiene?
-Un Citroën Xara del año 2000. Ya tiene diez años.
-Como lector, si tuviera que elegir un libro, ¿cual eligiría?
-¿Que no sea la Biblia, ni los periódicos? Porque yo siempre digo que el cura tiene que tener debajo de un brazo la Biblia y en el otro los periódicos. Y preparar la homilía con las dos cosas. Yo leo todos días los dos periódicos regionales. Tengo la manía de recortar y tengo siete carpetas de recortes de periódicos, clasificados por fechas.

 

LA RELIGIOSIDAD Y LOS VALORES de los niños de Cáceres. (Un estudio de Jesús Moreno Ramos y los educadores del Movto. Junior)

Estudio es paradigmatico por cuanto presenta una forma de abordar el problema de «los valores», incluidos los religiosos, referido a un colectivo, la infancia, que tiene peculiaridades bien definidas en cuanto a la aplicación de técnicas de investigación como la encuesta estadística. Además la variedad de asuntos tratados da idea de lo mucho que aún se puede explorar en este terreno.

NOTA DEL GESTOR: No he conseguido insertar las tablas y gráficos del informe original (perdonad mi impericia) si estás interesado/a en el documento íntegro, lo podemos remitir en PDF previa petición.

INTRODUCCIÓN.-

Hace unos años el Movimientos Junior de A.C. de Cáceres realizó un estudio sobre la infancia que llevaba como título: Infancia y sociedad en el sureste de la capital cacereña.Fué publicado en 1990. En él analizamos con bastante detalle la situación de los niños de una sóla zona de la ciudad , fijándonos principalmente en su vida dentro de la familia, el colegio, la pandilla y el tiempo libre y su acceso a los medios de comunicación.

Cuatro años después nos hemos decidido a realizar un nuevo análisis que, a partir de una muestra mucho más extensa y que represente estadísticamente a los niños de toda la ciudad de Cáceres, nos permitiera acercarnos principalmente a la religiosidad de la infancia y a algunos de sus valores y actitudes.

La educación religiosa y moral de los niños, sobre todo antes de su Primera Comunión, es con toda seguridad una de las tareas eclesiales que más agentes de pastoral, esfuerzos, materiales…locales y tiempo absorve en la actualidad dentro de cualuier parroquia. Por eso, aún sabiendo que este tipo de estudios tiene no pocas limitaciones, nos atrevemos a presentar sus conclusiones con el deseo de que puedan servir, también, para evaluar de alguna manera el esfuerzo catequético que venimos realizando dentro de la Iglesia a lo largo de las últimas décadas.

El trabajo de campo se realizó durante los meses de Abril y Mayo de 1994 abarcando un amplio espectro de la infancia cacereña, como puede apreciarse por la ficha técnica de la encuesta.

I.-CREENCIAS Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS.

Las creencias, como es sabido, expresan el vínculo cognoscitivo que une al individuo con lo «radicalmente otro», con la divinidad, y están íntimamente unidas a las otras dimensiones de la religiosidad, como son la práctica cultual, la pertenencia a grupos religiosos, la práxis moral etc.

Son múltiples los dogmas que configuran el credo cristiano, pero nos hemos querido limitar a la concepción que los tienen los niños acerca de cuatro grandes núcleos: Jesucristo, la Iglesia, la Biblia y la otra vida. Posteriormente se analizan, aunque sea muy someramente, algunas de las prácticas religiosas: la oración personal, la asistencia a la catequesis y la Misa dominical.

Sigue leyendo

Aldea Moret:La vida en las afueras. Estudio sociológico sobre las condiciones de vida, problemas sociales y perspectivas de un barrio de Cáceres.

am3.jpgEstudio financiado por la Consejería de Bienestar Social de Extremadura.

 

EQUIPO DE INVESTIGACIÓN

DIRECTORES Y REDACTORES DEL INFORME.

Jesús Moreno Ramos.- Licenciado en CC. Políticas y Sociología (Especializado en Sociología General y Psicología Social). Profesor de Sociología del Seminario Diocesano de Cáceres e Instituto Superior de Ciencias Religiosas “Santa María de Guadalupe”

Marcelo Sánchez-Oro Sánchez – Diplomado en Trabajo Social, Licenciado en CC. Políticas y Sociología, Doctor en Geografía por la UEX. Profesor de Técnicas de Investigación Social de la Facultad de CC. Empresariales y Turismo de la Universidad de Extremadura .

COORDINADORES DEL TRABAJO DE CAMPO Y DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA:

Maríe Cristine Claeys Bouuaert.- Licenciada en Socióloga por la Universidad de Lovaina.

Vicente Ramos Díaz- Licenciado en CC. Políticas y Sociología (Especializado en Antropología Social). Profesor- Tutor de Introducción a la Ciencia Política e Historia de las Ideas y de las Formas Políticas de la Universidad Española de Educación a Distancia (Mérida).

EQUIPO DE ENCUESTADORES

Alvarado Herrera, Miguel

Barriga Sánchez, Ana MªCristóbal Cristobal, Mª ConsagraciónGutierrez Pulido, VictorLlanos Nuñez, BelenLuceño Gonzalez, DavidMartin Lopez, Mª MonserratMartin Matilla, Ana Mª Martin Matilla, FernandoMartín Matilla, SusanaMerchán Barriga, RebecaMogena Jorge, CristinaMoreno Moreno, Ana BelénNavarro Martinez, RaquelPablo Moreno, J. AntonioPablo Moreno, Rosa MªRodriguez Fariña, Jose A

INDICE GENERAL

-Equipo de investigación

1. -Aspectos metodológicos.

1.1. – Introducción

1.2. – Objetivos del estudio

1.3. – Fichas técnicas

2. -Introducción

3.- Evolución histórica del poblamiento

1.1.- El Poblado Minero y la barriada de la Abundancia

1.2.- La Barriada Nueva

1.3.- La Paloma, Onésimo Redondo y Casas de la Diputación

1.4.- La Promoción Pública de 1988

1.5.- Las Promociones de los años noventa

4.-Características demográficas

4.1.- Evolución de la población.

4.2.- El desplazamiento de la población.

4.3.- Estructura de edad de la población.

4.4.- Estructura familiar

4.4.1.- Los distintos tipos de familia

4.4.2.- Tamaño de la familia y número de hijos

4.4.3.- Tipo de familia y etnia

4.4.4.- El estado civil

4.5.- Nivel de instrucción y escolarización.

5.- Situación ocupacional y posición social.

5.1. –Trabajo y paro.

5.2. – Indice de posición social y estatus

6. – La economía de las familias y el medio residencial

6.1.- La renta familiar6.2. – Las fuentes de ingresos

6.2.1.-Trabajadores fijos

6.2.2. – Los trabajadores eventuales

6.2.3. – Los jubilados

6.2.4. – Pensiones y prestaciones

6.3.- Las dificultades económicas

6.4.- El medio residencial: la vivienda y los problemas del hogar

6.4.1. – Superficie y hacinamiento

6.4.2. – Equipamiento y vacaciones familiares

6.4.3.- Los problemas familiares. 7. – Situación en relación con la salud

7.1. –El estado de salud

7.2. – Las minusvalías

7.3. – La Seguridad Social y el Centro de Salud.

8. – Valoración de los vecinos sobre las condiciones de vida en Aldea Moret.

8.1. – La percepción de la evolución del barrio

8.2. – Valoración de los principales servicios existentes en Aldea Moret.

8.3. – Los problemas sociales de Aldea Moret.

8.4. – El deseo de permanecer o de abandonar el barrio.

9. – La vida asociativa en Aldea Moret

9.1.- Indicador de asociacionismo

9.2. –Valoración subjetiva de la tarea que desempeñan las asociaciones

10. – Cultura y ocio.

10.1. – Instalaciones culturales

10.2.. – Instalaciones y actividades de ocio y tiempo libre

11.- Aldea Moret: exclusión y periferia social.

11.1. – Perfiles de la exclusión social en Aldea Moret.

11.2. – La periferia social: urbanización y territorio como refuerzo de la exclusión

12.- Análisis y valoración de la oferta de recursos sociales.

13.- Conclusiones y recomendaciones

-Anexo 1.- Entrevistas en profundidad y grupos de discusión

-Anexo 2. – Cuestionario utilizado para la encuesta.

-Bibliografía

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